Mitos Sobre Repúblicas
Con un posible referéndum en marcha, es importante discutir sobre las repúblicas y desmantelar los diversos mitos.
¿Qué es una República?
La palabra república proviene del latín res publica, que significa asunto público con el que se quería decir que un país y su gobierno no eran asunto privado y propiedad de un individuo, sino asunto público. Hoy en día, la palabra república se ha perfeccionado y está definida por un estado donde el poder supremo está en manos del pueblo y lo ejercen los representantes elegidos directa o indirectamente por ellos, sin monarca como jefe de gobierno ni ningún otro jefe de estado hereditario.
Mito 1: Las repúblicas son inestables
Un mito común perpetuado es que una nueva república española sería muy inestable.
Es cierto que las dos antiguas repúblicas españolas lo eran, pero eso no significa que todas las repúblicas lo son, o en particular una tercera república española, lo seria.
El Índice de Estados Frágiles mide el grado de inestabilidad en un país y las 20 naciones más bajas son las naciones más estables; de esas 20, 11 son repúblicas y 9 son monarquías constitucionales. La nación más estable del mundo es Finlandia, una república.
Algunas personas argumentan, que puede haber más repúblicas en el top 20 simplemente porque hay más, pero los estados monárquicos tienen un puntaje de estabilidad promedio más alto que las repúblicas. A primera vista el argumento parece cierto, pero debemos analizarlo más a fondo.
Si miramos a nivel global, el republicanismo casi ha ganado en la gran mayoría de las naciones.
Las monarquías alguna vez fueron mayoría (hace 100 años), pero el hecho de que las repúblicas hayan reemplazado a la gran mayoría de las monarquías sugiere que las monarquías no son tan estables.
Si estas naciones hubieran sido estables, lo más probable es que la monarquía se mantuviera en su lugar.
España, de hecho, es una de las dos únicas naciones que ha revivido su monarquía después de ser una república en los últimos cien años, la otra es Camboya, una nación notablemente inestable.
Las últimas monarquías restantes son en promedio más estables no porque la institución de monarquía hace que una nación sea estable, sino porque esas naciones se han mantenido a pesar de sus instituciones monárquicas; sería difícil que reinos como Suecia, Dinamarca o los Países Bajos se vuelvan inestables porque se conviertan en repúblicas.
Es muy probable que estas naciones permanezcan entre las 20 más estables, independientemente de si son repúblicas o reinos.
Algunos argumentan que la cultura española no permite una república estable, pero nuestro hermano portugués es la decimocuarta nación más estable del mundo, mas que España - y es una república.
Debido a nuestra historia fuertemente entrelazada, la cultura española no es tan diferente a la portuguesa. ¿Por qué entonces no podríamos adoptar una república y permanecer estables, como Portugal? El argumento de la cultura no es válido.
¿Existe la posibilidad de inestabilidad? ¡Por supuesto! Pero se puede argumentar que no convertirse en república puede aumentar la inestabilidad en España, particularmente en regiones como Cataluña y Vasconia que están presionando por una república y causando disturbios civiles. Proclamar una república española puede ayudar a disminuir el fervor nacionalista en estas regiones y calmar los disturbios.
Mito 2: El republicanismo es de izquierdas
Un segundo mito perpetuado es que el republicanismo es ideología "izquierdista".
El primer uso de la dicotomía izquierda-derecha tiene su origen en la Asamblea Nacional francesa en 1789. Los de la izquierda querían reformas y una república, los de la derecha querían mantenerse fieles a la tradición, la monarquía y la fe. En este sentido original, es cierto decir que el republicanismo es "izquierdista", sin embargo, la dicotomía izquierda-derecha es simplista en el mejor de los casos y completamente sin sentido y dañina en el peor de los casos.
Es imposible representar verdaderamente todo el espectro político en una línea. Cada tema o valor requiere una dimensión adicional que crea una forma compleja e inimaginable que palabras simples como izquierda y derecha no pueden describir qué es lo que la gente cree y quiere.
Hoy tenemos políticos en España que, de manera simplista, se consideran parte de la derecha pero de hecho son republicanos. Sin mencionar que en las repúblicas modernas los de la derecha raramente piden el regreso de la monarquía o la creación de una. Esto podemos verlo en los Estados Unidos y Francia donde los partidos tradicionales de “derecha” (ambos llamados republicanos) nunca hablan sobre el monarquismo.
Esta simplificación de la política solo es útil para los politicos corruptos que dividen a las personas en tribus de izquierda contra derecha y las alejan de los verdaderos problemas y soluciones. Por lo tanto, uno debe descartar la dicotomía izquierda-derecha de su mente; puede ser uno republicano y seguir manteniendo los valores tradicionales.
Mito 3: Las repúblicas dan paso a regímenes comunistas
Un tercer mito perpetuado es que una nueva república marcaría el comienzo de un régimen comunista.
No hay razón para que una nueva república marque automáticamente el comienzo de un régimen comunista.
Hay 35 repúblicas en Europa y ninguno es un régimen comunista hoy, de las 35 repúblicas, 21 han sido comunistas alguna vez, pero solo 9 (Rusia, los antiguos estados yugoslavos y Albania) lo hicieron a través de una revolución popular o elecciones; las doce repúblicas restantes se vieron obligadas por la ocupación soviética.
Podría decirse que Albania solo logró marcar el comienzo de un régimen comunista debido a la ayuda e interferencia soviética.
Es importante señalar la ayuda e interferencia soviética, ya no estamos en una guerra fría, aunque puede que se esté gestando una nueva con China.
La Unión Soviética ya no existe y ya no hay una revolución comunista global, sin mencionar que nuestra pertenencia a la OTAN y la UE dificulta la instauración de un gobierno comunista sin alguna reacción de nuestros hermanos europeos o aliados estadounidenses, haciendo muy poco probable que se instaure hoy un régimen comunista si se proclama una república.
Un ejemplo más reciente e identificable es el de Grecia que en 1975 decidió mediante referéndum popular no restaurar la monarquía; han pasado 45 años y desde entonces no se ha instaurado ningún régimen comunista ni ningún otro autoritario.
Otro ejemplo es el de Italia que se convirtio en Republica en 1946 y al dia de hoy, no se ha convertido en un regimen comunista.
Mito 4: Las repúblicas son más democráticas y libres
El cuarto mito es que las repúblicas son más democráticas y libres que las monarquías. Este argumento es cierto por un lado simplista. La propia institución de la monarquía es antidemocrática. La gente no elige a sus reyes y solo los de una familia en particular pueden serlo.
Sin embargo, la realidad es más compleja. Los estados republicanos no siempre son más democráticos o libres. Si miramos el índice de democracia, muchos de los estados más democráticos son monarquías constitucionales.
Por supuesto, no podemos caer en la misma trampa que venimos denunciando, estos estados monárquicos no son más democráticos debido a la institución de la monarquía, pero lo son a pesar de ella.
La razón por la que es necesario mencionar este mito es que hay muchos que afirman defender la causa de la libertad, la igualdad, la tolerancia y el republicanismo, pero son extremistas y en muchos sentidos, son totalitarios e intolerantes, sus seguidores muchas veces son encantados por estos falsos lideres carismáticos.
Que no te engañen; convertirse en república no garantiza la democracia ni la libertad más que la actual institución de la monarquía.
La libertad, la igualdad y la justicia no son rasgos estáticos que una sociedad obtiene y mantiene eternamente, sino estados por los que se debe renovar, mantener y luchar continuamente. En el momento en que la gente se vuelve apática o complaciente, esos estados son fácilmente derrocados por personas sin escrúpulos con el poder de explotar.
Mito 5: Una república resolverá los problemas de España
El último mito es que convertirse en república resolverá los problemas de España.
Seamos francos, convertirnos en república no resolverá todos nuestros problemas.
La realidad es que la monarquía no es realmente la fuente de los graves problemas que afectan a nuestra sociedad, siempre es fácil para ciertos políticos culpar a la institución monárquica como la fuente de los problemas de este país, o para echar humo ante problemas existentes.
El hecho es que todo el sistema es defectuoso, inestable y requiere reformas importantes. Algunos de los problemas que afectan al país son la corrupción, la transparencia y la falta de justicia.
Si queremos reformar España y limpiarla de la corrupción, debemos hacerlo a todos los niveles.