Mitos Sobre Monarquías

Con un posible referéndum en marcha es importante discutir sobre la institución de la monarquía y desmantelar los diversos mitos al respecto.

¿Qué es una monarquía

La monarquía se define como una organización del Estado en la que la jefatura y representación supremas son ejercidas por una persona que, a título de rey, ha recibido el poder por vía hereditaria y puede transmitirlo del mismo modo. En las monarquías absolutas, el poder real y completo lo tiene el monarca, quien es capaz de dirigir el desarrollo y los asuntos del estado a su gusto. En las monarquías limitadas o constitucionales, los monarcas tienen distintos grados de poder, pero en la mayoría de los estados de este tipo, los parlamentos ejecutan el poder en nombre del monarca.


Mito 1: Las monarquías son el sistema más estable

La mayoría de los monárquicos argumentan que las monarquías son el sistema más estable del mundo. A menudo se cita que la puntuación media de inestabilidad es más baja en las monarquías que en las repúblicas.

Muchas de las monarquías constitucionales restantes se encuentran entre las 20 naciones más estables, de hecho 9 de las 20. En la superficie, el argumento parece cierto, pero debemos examinarlo más de cerca.

Si observamos a nivel global, el republicanismo casi ha ganado en la gran mayoría de las naciones. Las monarquías alguna vez fueron mayoría (hace 100 años), pero el hecho de que las repúblicas hayan reemplazado a la gran mayoría, sugiere que las monarquías no son tan estables. Si estas naciones hubieran sido estables, lo más probable es que la monarquía se hubiera mantenido.

Pocas naciones modernas han vuelto al monarquismo desde una república. España, de hecho, es una de las dos únicas naciones que ha revivido su monarquía después de ser una república en los últimos 100 años. La otra nación es Camboya, una nación notablemente inestable.

Las monarquías existentes, no son en promedio más solidas por la institución monárquica, mas bien estas naciones se han mantenido estables a pesar de sus instituciones monárquicas y por eso siguen reinando monarcas.

Estas naciones tienen una larga historia y tradición de instituciones democráticas que han evolucionado principalmente durante los últimos dos o tres siglos; de la misma manera su desarrollo ha avanzado en lo social y económico dando paso a una transición bastante estable del monarquismo absoluto a una monarquía limitada.

La temprana democratización de estos países, se debe a las relativamente pequeñas diferencias de riqueza entre su población y la fuerte burguesía que contrarrestó a los nobles terratenientes, los campesinos y el absolutismo de la monarquía.

Con un alto desarrollo económico, baja desigualdad y una democratización temprana, era poco útil eliminar al monarca. No se puede decir lo mismo de la gran mayoría del mundo con una gran desigualdad y un desarrollo económico deficiente.

En otras naciones, los monarcas no pudieron evitar la colonización y en muchos casos participaron en la normalización del dominio extranjero, como fue el caso de muchos príncipes de la India. Con una gran desigualdad, una burguesía débil y un escaso desarrollo económico, la democratización llegó tarde y predominantemente no ha sido pacífica. Se derrocó a monarcas y colonizadores extranjeros y se instauraron repúblicas.

Con una inspección más cercana, podemos concluir que la institución de la monarquía no hace que los estados sean más estables.


Mito 2: Las monarquías reducen la división política

El segundo mito argumentado por los monárquicos es que las monarquías reducen la división política. Simplemente mirando el ejemplo español, está claro que la monarquía no ha podido reparar la división política entre la amplia gama de partidos políticos, mucho menos crear un sentido de unidad entre todos los españoles, como se ve en regiones fuertemente republicanas y separatistas como Cataluña y Vasconia.

Dos veces en la historia moderna de España no se ha podido formar un gobierno. Primero, entre el 2015 y 2016 durante 314 días España estuvo sin gobierno, nuevamente entre 2019 y 2020, durante 269 días sin gobierno.

La breve historia de la democracia en España se ha regido por un sistema bipartidista que rotaba entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Todo eso cambió con la recesión de 2008 y la dura lucha de España contra ella. Nuevos partidos, como Ciudadanos y Podemos, prometieron transformar España, alejándola de un sistema bipartidista.

La falta de historia democrática y de experiencia en formar coaliciones no ha ayudado a la lucha política en España, al final la monarquía, (el supuesto símbolo de unidad), no ha podido unir a los políticos españoles y aliviar las divisiones políticas.

España no es el único país monárquico que no ha podido formar un gobierno, Bélgica ha batido su propio récord mundial de 589 días con un nuevo período sin gobierno de 652 días. Al igual que España, el monarca reinante de Bélgica, Philippe, no ha podido enmendar la división política y nacional dentro del país.

La cuestión de la monarquía, en sí misma, sigue siendo un tema de división entre la población española. Actualmente existe un empate técnico entre monárquicos y republicanos pero los republicanos se han fortalecido en el año 2020 con todos los escándalos relacionados con el rey Juan Carlos I.

La monarquía no es el símbolo de unidad que se ha prometido y, por lo tanto, se convierte en un mito más.


Mito 3: Los monarcas evitan las dictaduras

El tercer mito argumentado es que los monarcas evitan las dictaduras. La evidencia histórica demuestra lo contrario.

Cuando Mussolini tomó el control de Italia, la monarquía no pudo evitar el ascenso y el dominio del Generalísimo y su Partido Nacional Fascista. Los monarcas fueron considerados débiles, inútiles y traidores al final de la Segunda Guerra Mundial. Se convocó un referéndum sobre la monarquía en 1946, y con un 54% de los votos contra la monarquía, Italia renació como una república.

En abril de 1967, el gobierno interino del Reino de Grecia fue derrocado y se instituyó una dictadura militar. Aquí también, la familia real griega fue impotente para prevenir el golpe y la instalación de la dictadura. El rey Constantino intentó un contragolpe, pero solo después de arrepentirse por aceptar y legitimar la dictadura. Con el fracaso del contragolpe y el impopular apoyo al monarca, la monarquía griega fue abolida en 1973.

Dos veces en la historia de Japón, el emperador gobernante no pudo evitar el surgimiento de dictaduras militares. Primero durante el shogunato Tokugawa en el siglo XVII, una dictadura militar que duró hasta 1868 y segundo durante la era Showa, con una dictadura militar instalada en 1931 hasta la derrota japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.

La casa real de Tailandia es conocida como una de las familias reales más ricas del mundo. Los reyes tailandeses, una y otra vez, se han mostrado impotentes para evitar siete golpes de Estado y dictaduras militares.

Finalmente, en España, el rey Alfonso XIII no sólo no logró evitar la dictadura de Miguel Primo de Rivera, sino que de hecho lo apoyó. Con el fin del boom económico, la devaluación de la peseta, una mala cosecha y la Gran Depresión, el apoyo relativo al dictador se deterioró al igual que el apoyo a la monarquía.

Después de perder el apoyo de las fuerzas armadas y del rey, Rivera se retiró a Francia mientras Alfonso XIII y su nuevo primer ministro, Dámaso Berenguer, intentaban mantener el orden. Se convocaron nuevas elecciones municipales y, gracias al apoyo del Rey a la dictadura, los partidos republicanos ganaron una mayoría aplastante en los centros urbanos principales del país, entre ellos Madrid y Barcelona. A pesar de que los partidos monárquicos ganaron en general, el Rey se exilió en 1931 y se proclamó la Segunda República Española.


Mito 4: Los monarcas están preparadas para gobernar

El cuarto mito sostiene que a los monarcas se les enseña a ser gobernantes desde una edad joven y se vuelven competentes y aptos para gobernar en el momento en que asumen el trono. Para disipar este mito se presentará una mirada a los reyes españoles del pasado.

De los 22 monarcas españoles reinantes desde, los Reyes Católicos, hubo no más de 6 monarcas aptos para gobernar, en total 27% y fueron: Los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II, Felipe III, Carlos III y, para algunos, Felipe V.

España no ha tenido un solo monarca apto para gobernar desde Carlos III. Carlos III fue un rey extraordinario, pero tanto su hijo, Carlos IV, como su nieto, Fernando VII, estaban mal preparados y posiblemente son los peores monarcas que ha tenido España.

Fernando VII, no solo no pudo evitar la conquista de España por parte de Napoleón, sino que también fue un cobarde que huyó a Gran Bretaña mientras el pueblo español se rebeló contra el dominio francés y formó un gobierno popular para hacer frente a la invasión francesa. Como era de esperar, más tarde no pudo evitar la pérdida de las colonias españolas cuando recuperó su trono.

No solo es España, hay innumerables ejemplos en la historia desde el Imperio Romano hasta Gran Bretaña, Francia y en todo el mundo. Debe quedar claro para todos: porque un hombre o una mujer que sea un buen líder no significa que sus hijos o futuros descendientes también lo serán.

Como se dijo anteriormente, el hecho de que la mayoría de las naciones del mundo sean repúblicas es prueba suficiente de que no todos los monarcas están capacitados para gobernar.


Mito 5: Las monarquías son menos corruptas

El quinto mito, que las monarquías son menos corruptas, se basa en el mismo razonamiento defectuoso que el mito uno. Si miramos a las 20 naciones menos corruptas del mundo, 11 son monarquías y 9 son repúblicas. De nuevo las monarquías, en general tienen una puntuación de corrupción mucho más baja, pero no se debe a las instituciones monárquicas.

Si tomamos en cuenta la ubicación geográfica, el desarrollo económico y las instituciones gubernamentales, veremos que las monarquías no son muy diferentes de las repúblicas con una posición similar. Reinos como Noruega, Suecia y Dinamarca no son muy diferentes de repúblicas como Finlandia, Suiza e Islandia.

Una vez más, los estados monárquicos restantes no son menos corruptos por la institución monárquica sino a pesar de ser monárquicas.

Aunque se diera el caso de que las monarquías sean menos corruptas, no parece serlo en España. Hasta la misma familia real son corruptos con el posible blanqueo de capitales y 85 millones en euros no declarados del rey emérito Juan Carlos I, al igual que el escándalo de corrupción de Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbon (cuñado y hermana del actual rey de España), que lo llevó a la cárcel.

La idea de que las monarquías son menos corruptas es simplemente falsa.

Mito 6: Las monarquías benefician a la economía.

El mito final, las monarquías benefician a la economía, es difícil de probar o refutar.

Cuantificar los beneficios de la monarquía para la economía es difícil, principalmente porque son beneficios indirectos, si es que los hay.

Se ha afirmado que las monarquías aportan millones de euros a la industria turística. El interés de la gente por la vida de la realeza despierta interés por visitar palacios y castillos, despierta interés en comprar suvenires monárquicos; despierta interés en ir a ver desfiles reales.

El problema es que no existe una medida real para respaldar la afirmación o, si la afirmación es cierta, que se necesita una familia real para obtener esos intereses.

La comparación del número de visitantes al Palacio de Buckingham, en el Reino Unido, y Versalles, en la República Francesa, muestra que no se necesita una familia real. Versalles recibe 10 millones de visitantes al año en comparación con los escasos 500.000 visitantes del Palacio de Buckingham, hay que tener en cuenta que Buckingham solo abre en verano durante dos meses, pero incluso mensualmente, Versalles recibe un poco más de 3 veces el número de visitantes que Buckingham.

Es aún más difícil cuantificar los efectos de la monarquía en los suvenires y los desfiles. Simplemente no hay una medida de comparación.

Algunos argumentan que los monarcas pueden beneficiar a otras industrias a través del trabajo de promoción. Marca España, es un intento del gobierno español de promover los productos, servicios y cultura españoles en el exterior. El Rey de España y la familia real en su conjunto, son una parte importante de la promoción ya que sirven como embajadores.

La reina Letizia, por ejemplo, es un icono de la moda y promociona a los diseñadores españoles y marcas españolas con la ropa que viste ella y sus hijas. La reina es aplaudida constantemente por su sentido de la moda y está clasificada entre los miembros de la realeza más altos en estilo. Su promoción de la moda española es favorable para la economía española.

Se dice que el rey emérito Juan Carlos I, fue la razón por la que la compañía ferroviaria española se adjudicó los contratos para la construcción de la línea ferroviaria saudí; un proyecto de 9.000 millones de euros en el que supuestamente el rey emérito consiguió 65 millones de euros. Independientemente de la fuente del "regalo" del rey, el proyecto fue realmente importante para la economía española.

De cualquier manera, no existe una medida cuantificable de los beneficios de la monarquía en la economía, por esta razón, no podemos concluir que la monarquía sea beneficiosa al menos de manera significativa para la economía.




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