El Camino Democrático hacia la Reforma Constitucional: Un Enfoque Centrado en el Pueblo

“Para llevar a cabo una acción positiva debemos desarrollar aquí una visión positiva”. - Dalai Lama XIV

La reforma constitucional es un proceso vital que moldea los cimientos mismos del gobierno de una nación, reflejando las necesidades y valores en constante evolución de sus ciudadanos. A la luz de errores históricos y preocupaciones sobre la influencia indebida de las élites políticas, es esencial garantizar que el proceso de reforma constitucional sea inclusivo y democrático. Este ensayo explora los principios de un referéndum de reforma constitucional justo y transparente, abogando por la participación activa de los ciudadanos en la configuración del futuro de su nación.

1. Rechazo al Diseño Impulsado por las Élites

La Constitución de 1978, como muchas otras a lo largo de la historia, fue elaborada por un grupo selecto de élites políticas. Se nos dio una constitución y o la aceptábamos o prolongábamos un régimen dictatorial. Este enfoque de arriba hacia abajo, sin una verdadera aportación popular, resultó en un documento que no representaba completamente los diversos intereses y aspiraciones de toda la ciudadanía. Se nos dio una constitución defectuosa que ofrecía poca democracia, una débil separación de poderes, injusticia y corrupción descontroladas, una escasa meritocracia, falta de responsabilidad, una división territorial deficiente, una sociedad cada vez más polarizada y una constitución difícil de reformar para satisfacer las necesidades de nuestros tiempos. Para evitar repetir este error, es crucial que el pueblo mismo participe activamente en el diseño de su constitución.

2. La Constitución como Contrato Social

La constitución es la encarnación de un contrato social entre los ciudadanos y su gobierno. Delinea los derechos y deberes de los individuos, establece mecanismos para resolver problemas colectivos y proporciona un marco para abordar la injusticia. Dado que afecta la vida de cada ciudadano, es justo que todos los ciudadanos tengan voz en su creación. Esto requiere un proceso participativo que vaya más allá de simplemente elegir representantes, sino un verdadero referéndum popular en el que todos los ciudadanos deberían estar obligados a votar.

3. Un Referéndum Popular con Múltiples Preguntas

Para asegurarse de que la nueva constitución refleje verdaderamente la voluntad del pueblo, debe diseñarse a través de un referéndum popular. En lugar de una única pregunta de sí o no, el referéndum debe consistir en múltiples preguntas, cada una abordando aspectos específicos de la constitución. Los ciudadanos deberían tener la oportunidad de clasificar sus preferencias cuando haya múltiples opciones, permitiendo así una comprensión matizada de las opiniones del público y una elección real.

4. Múltiples Rondas para el Consenso

En una sociedad diversa, alcanzar un consenso sobre una nueva constitución puede ser un desafío. Es fundamental reconocer que diferentes segmentos de la población pueden tener prioridades y preocupaciones distintas. Por lo tanto, el proceso de referéndum puede requerir múltiples rondas para refinar el contenido de la constitución y alcanzar un consenso más amplio. Este enfoque iterativo fomenta la inclusividad y refleja la naturaleza en constante evolución de la opinión pública.

5. Aprobación por Mayoría Cualificada

Para garantizar la legitimidad y la amplia aceptación de la nueva constitución, debería requerirse un nivel significativo de apoyo de la población. Exigir una mayoría cualificada, como tres quintos, dos tercios o tres cuartos de la población, para aprobar el proyecto final de la constitución proporciona un sólido respaldo para los cambios. Este umbral asegura que la constitución cuente con un amplio apoyo, evitando que sea impuesta por una mayoría estrecha.

Conclusión

La reforma constitucional es un aspecto fundamental de una democracia próspera. Es esencial evitar las trampas de diseños impulsados por élites en el pasado y, en su lugar, empoderar a la población para participar activamente en el proceso. Un referéndum popular, con múltiples preguntas y votación clasificada, permite una comprensión matizada del sentimiento público. Múltiples rondas de discusión y revisión ayudan a acomodar puntos de vista diversos, mientras que el requisito de mayoría cualificada garantiza una constitución con un amplio consenso. Al adherirse a estos principios, podemos crear una constitución que realmente represente la voluntad colectiva y los valores del pueblo, fortaleciendo así los cimientos de una sociedad justa e inclusiva.


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